CUENTOS DEL LADO OSCURO
52 minutos en 9 días de filmación. No está nada mal teniendo en cuenta que trabajamos con un equipo bastante más “pesado” de lo habitual. Para dar una idea: el presupuesto de este piloto es casi diez veces el del largometraje más caro de Paura Flics…
Óscar Castillo –productor, actor, realizador y “fundador” del cine costarricense- nos contactó hace unos meses porque estaba desarrollando un proyecto de serie de terror centroamericana, con historias unitarias inspiradas en sólidos relatos clásicos del género. Nos preguntó si estaríamos por la labor de rodar el capítulo piloto. La idea nos sedujo al instante. ¿Trabajar en una serie de terror? Positivo. ¿Realizada en nuestro idioma y en latinoamérica? ¡Positivo! ¿Sacarle el jugo a la idiosincrasia costarricense? Hell, yeah! Por cierto, la propuesta era arrancar con una adaptación de “La Pata de Mono” de W.W. Jacobs, un aliciente doble porque el cuento es uno de aquellos que tenemos pegados al cráneo desde que se nos cruzó por delante en la infancia.
Corte al 5 de septiembre. Después de un vuelo de diez horas con escala en Lima (nota para el viajero: da lo mismo que ya te hayan cacheado, realizado tactos íntimos u obligado a desnudarte en el control de tu país de procedencia; en Perú vuelven a darte la vara aunque estés de paso por cuarenta minutos) llegamos a Costa Rica faltos de sueño pero muy desvelados por algunas cuestiones que todavía no habíamos podido resolver mediante las comunicaciones telefónicas y a través de internet con la productora La Zaranda. Entre ellas terminar de cerrar el reparto y ver cómo lucía esa bendita pata de mono que es uno de los personajes principales de la historia…
En los días siguientes las inquietudes se disiparon. Conocimos de manera escalonada a todos los miembros del equipo, nos reunimos a conversar sobre los personajes con los actores, estudiamos la locación principal, modificamos algunos puntos más del guión para que la narración fluyera de la manera más clara posible, vimos terminada la/s pata/s de mono que resultaron ser más fieras de lo que imaginábamos…
El miércoles 10 comenzamos a rodar. Empezamos con, realmente, las escenas más complejas de la película: varios saltos con especialista desde un puente con una caída de casi 100 metros, además de varias escenas de diálogo. 6 paginas de guión… 6 horas para sacarlo todo. Tuvimos suerte y lo resolvimos gracias a las pilas del equipo y a la sorpresiva ausencia de las lluvias del mediodía que azotan puntualmente estas tierras al mediodía en esta temporada. A partir de ahí, a pesar de los inevitables contratiempos que siempre se presentan en todo rodaje, todo fluye suave y veloz. En los siete días restantes, concentrados principalmente en diversos espacios de un hotel en la montaña, Adrián se encarga de sacar adelante la puesta en escena y Ramiro de mantener en foco al reparto, aunque ocasionalmente cambiábamos de puesto. En medio, rodamos la cabecera del programa en los estudios de La Zaranda. Los ingredientes, irresistibles: chicas asustadas y vampirizadas, tipos con desdoblamiento de personalidad, armas blancas, máscaras rituales, niños satánicos y un súcubo inquietante como anfitrión del show (a medio camino entre fantasma de peli asiática y una reencarnación de “La Llorona”) La edición fue extenuante y excitante a la vez. La última noche, en la sala de edición en el corazón los desolados estudios, tuvimos un momento “The Ring”. ¿Qué queremos decir? Descubrimos UN PLANO INQUIETANTE en medio del material bruto. Algo que no debía estar allí, en ese cuadro filmado a la media noche, durante la secuencia climática. Algo que NADIE VIO hasta que miramos el material en el montaje. Lo revisamos, lo ampliamos, le dimos vueltas en la cabeza y aun hoy seguimos buscando una explicación. Si no logramos encontrarla en breve, compartiremos estos escasos y extraños segundos con ustedes, para que nos ayuden a resolver este desconcertante misterio…
Para no ser injustos, del excelente equipo sólo resaltamos dos nombres por motivos exclusivamente cholulos. Don Antonio Cuevas, nuestro director de fotografía es ni más ni menos que el DF de un puñado de las mejores películas de nuestro admirado Eloy de la Iglesia o del popular director Álvaro Fernández Armero. Por otro lado Haymo Heyder, que además de encargarse de parte de la “post” de sonido bordó el papel de un siniestro gringo, es el sonidista de obras maestras como “Kaspar Hauser” o “Cobra Verde” de Herzog o “Tuskish Delights” de Verhoeven… Desde aquí agradecemos al productor al sublime equipo técnico y artístico y a todos los miembros de La Zaranda producciones. La experiencia nos la traemos a Argentina y enriquecerá nuestro trabajo con Paura Flics. En breve, tendrán algunos avances de esta película a través de este blog.
1 comment:
¿terror? es exactamente lo que vas a experimentar la próxima vez que llegués a costa rica y se te ocurra pasar inadvertido...
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