Monday, November 02, 2009

CÓMO SE HIZO “MASACRE, ESTA NOCHE”

CAPITULO 2: APOCALYPSHIT

“El mundo se va a acabar, el mundo se va a acabar, si un día me has de querer, te debes apresurar” (“El Mundo”, Molotov, 1999)

Pablo Guisa Koestinger y Sergio Rentero, desde México y Argentina respectivamente, habían decidido entrarle al proyecto. El primero, responsable del incipiente festival de terror Morbido y de la productora Spiderland, nos conseguiría los dólares básicos para poder realizar la película. El segundo, “pope” de servicios de post producción en Argentina y parte de Latinoamérica, nos facilitaría equipos y aportaría el trabajo de corrección y efectos 2D de su empresa. Aun sin salirnos del estricto bajo presupuesto en el que Paura Flics ha operado todos estos años, estas garantías parecían asegurarnos un trabajo un par de escalones más arriba de lo habitual. A finales del mes de abril estábamos listos para arrancar a pre-producir “Masacre Esta Noche”, gracias a un buen guión y a la oportuna aparición de Rentero y Koestinger. Lástima que a último momento, tuvo que sumarse a la idilica foto una tal Margaret Chan.

Por esos días, la señorita Chan (directora general de la Organización Mundial de la Salud) anunció un estado de emergencia internacional debido a un brote de “gripe porcina”. Para el 2 de Mayo se rastreó el supuesto lugar de procedencia del virus: México. Si, el país que iba a financiar nuestro nuevo emprendimiento cinematográfico. En cuestión de pocos días, nuestra convicción en el proyecto y la rápida suma de asociados para poder llevarlo a cabo se vieron neutralizados por una pandemia de carácter global (aunque después podríamos entender que el suceso fue inflado con determinados objetivos políticos y económicos). El país que nos financiaba pasó en cuestión de horas a ser retratado como el infierno de Dante en la tierra con miles de personas circulando en la calle con barbijos, de ahí al toque de queda y al lógico cese preventivo de todas actividades. Adiós a nuestro presupuesto básico para ir arrancando la preproducción. Hola a las pulsiones paranoides y a la sospecha de que una poderosa maldición nos acechaba… El estado de alerta sanitaria no menguaba. Pablo Guisa Koestinger hacía malabarismos y estaba en contacto casi permanente con Adrián, tranquilizándolo para que tuviera la certeza de que el dinero llegaría a tiempo, pero cada día que pasaba, nosotros teníamos uno menos de pre-producción. ¿Por qué? Porque la película debía estrenarse a fines de octubre dentro del marco del Mórbido y cuanto más moviésemos el inicio del rodaje, menos posibilidades tendríamos de llegar a tiempo. Por otro lado, no podíamos comprometer a todo un equipo técnico y artístico y avanzar trabajo para una película que bien podía caerse en cualquier momento. Recuerden que por aquel entonces -según los medios gringos- México iba camino de desatar “el amanecer de los muertos” en la tierra. Lo más asombroso es que, a pesar del panorama catastrófico que se pintaba, nosotros aún confiábamos en llegar hacer la película.

En México se volvió a la actividad, pero el parón económico había dejado temblando a las empresas del país y el balance de perdidas y la reorganización iban a tomar un tiempo más. Un tiempo con el que nosotros ya no contábamos. Pasaron algunos días más y Adrián (ganándose el apelativo de Mr. Spock) se reunió con nosotros y dio el ultimátum: “o suspendemos ahora, o no llegamos”. Era un pensamiento tan frio, lógico, irrebatible… Adrián estaba decidido a mandar un e-mail esa misma tarde a México, dando las gracias por los esfuerzos, pero que a partir de ese momento no podíamos comprometernos a realizar “M.E.N.” en tiempo y forma. Le rogamos que no lo enviase ese día. Durante unos segundos no supimos si quien nos miraba era el Adrián de siempre o el mismísimo Leonard Nimoy. Accedió. Luego, seguros de que ésta película teníamos que hacerla, le pedimos que esperase a que pasase el fin de semana; “Total, ¿Qué habríamos podido avanzar en el fin de semana?” Pretexto absurdo y traído de los pelos que Adrián dejo pasar porque, o bien le daba pena a exponernos a de manera tan cruda a la realidad o –me inclino a creer esto- a pesar de que su cabeza le indicaba que no tenía sentido seguir adelante, tampoco quería tirar la toalla.

El lunes tuvimos comunicación de Pablo, desde México. Había conseguido el dinero. Para ello, bien pudo haber tenido que vender su sangre, atracar ancianas o hacer un pacto con el diablo pero, aunque estábamos agradecidos, no podíamos detenernos en cortesías. Una vez superado este tremendo obstáculo, sólo nos preocupaba pasar la siguiente pantalla. Armar un equipo técnico y artístico talentoso y dispuesto a todo. En sólo dos semanas. Mi ejemplar bonsai del guion de "M.E.N.", mítico modelo anti-crisis que circuló entre todos los miembros del equipo.


1 comment:

costa rica retirement said...

Que interesante escrito de verdad me llamo mucho la atencion estare pendiente de este blog